La Ciudad de México se hunde a ritmos
incontenibles en las últimas décadas, como consecuencia de la extracción
de agua de los mantos subterráneos.
Los hundimientos en la
Ciudad de México alcanzan 50 centímetros por año, la mayoría
irreversibles, en una tasa más o menos constante desde 1950.
Los principales responsables en la actualidad
de este fenómeno son el drenaje excesivo de acuíferos subterráneos, y la
agregación de las capas de arcilla sobre las que ésta descansa. La situación en
que se encuentra este país es preocupante debido a que las consecuencias de
este fenómeno pueden ser graves en términos de abastecimiento de agua para la población.
El hundimiento no es igual en todos los sectores del país como por ejemplo en
los lugares donde todavía no está muy desarrollada la urbanización es menor que
en los lugares que están densamente poblados, siendo la capital mexicana una de
las más densamente pobladas de todo el planeta.
Algunos autores señalan que la ciudad debería de considerar la recolección de agua lluvia, o buscar maneras alternativas para la obtención de este recurso fundamental para la vida.
Curiosidades que pasan en otros países, son preocupantes porque muchas habitantes pasan por ahí caminando sin saber si un día podrían caer. Son situaciones preocupantes a mi parecer.
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